El único obstáculo

El único obstáculo entre un hombre y la sabiduría es que se considere ya en posesión de ella, es decir, que crea saber ya cómo ha de vivir su vida (o que lo crea saber, por él, el discurso de la tradición, de la cultura, de la gente, de la costumbre, de los libros, de la religión).

Uno que ya sabe, no pregunta. El que no pregunta, no necesita una respuesta. El que no necesita respuesta, no la desea. El que no la desea, no la busca. Y el que no la busca (con el corazón ardiendo), ¿cómo va a encontrarla?

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