Para Greta

Si quieres controlar a un hombre, descubre un miedo suyo y magnifícalo al máximo. Asústale con él sin compasión, atemorízale a diario, procura que se obsesione; no dejes que pase un solo día en que no se acuerde de él. Y cuando veas que no hace el hombrecillo otra cosa más que hablar de su miedo a tiempo y a destiempo, sábete que ese hombre ya es tuyo para siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El alma del hombre

Saber esperar

Por una verdadera oposición